Plan de parentalidad

En el plan de parentalidad se pueden establecer cuestiones tanto de padre a hijo como entre padres. Incluso también pueden ser parte del acuerdo los abuelos. Generalmente, en el acuerdo se fija cuota alimentaria y a la par, se describe la forma en la que la familia se organizará a partir de la celebración del mismo.

Respecto de la cuota alimentaria, la ley no establece un monto determinado, sino que se debe tener en cuenta y analizar los gastos con relación al hijo en el caso concreto. Además, pueden pactarse los gastos extraordinarios, esto es, gastos que se tienen de manera esporádica o por única vez (ej, viaje de egresados). Se puede acordar al 100% o 50% en cabeza de un padre, dependiendo lo que se proponga.

Por otro lado, el régimen comunicacional regula las llamadas «visitas» con uno de los padres. Se establecerán horarios o días en los que el hijo pasará tiempo con uno u otro padre. También puede acordarse quién buscará y traerá al menor de sus actividades diarias.

Es importante aclarar esto en época de vacaciones, días festivos, findes largos, etc.

Los padres deben colaborar el uno con el otro y deben tener en cuenta que la mejor organización hace que el menor pueda mantener su vida en equilibrio. Cuando el hijo es muy pequeño será más fácil dejarlo con otra persona pero a medida que va creciendo, ya puede manifestar su deseo de ir o no ir y con quién.

Por cuestiones de salud o temas escolares relacionados con el hijo es necesario que exista el deber de informar. Es importante que los padres puedan tener buena comunicación entre ellos, de esa manera estarán al tanto de lo que ocurre. No se trata de nada más ni nada menos que la vida de su hijo. Hay que dejar de lado el pasado para construir una nueva manera de ver. Los chicos captan todo en todo momento, ellos conocen muy bien el significado de las actitudes que tienen sus padres.

Los chicos van desarrollando su propia opinión y saben perfectamente lo que hacen sus padres por ellos.

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